Las mejores cosas que hacer en Tokio

Kousei fue un gran anfitrión. A pesar de que estaba nublado y no pudimos ver el monte Fuji, todos lo pasamos muy bien. Fue muy divertido y se aseguró de que todos los que quisiéramos nos hiciéramos fotos en todos los lugares pintorescos. Le deseó un feliz cumpleaños a uno de los invitados y nos hizo a todos un regalito para conmemorar la experiencia. Sin duda volveré si vuelvo a Japón.

Miles de luces brillantes resplandecen como diamantes desde lo alto de la torre Tokyo Skytree. Si busca una experiencia romántica y deslumbrante, éste es el lugar ideal para visitar, sobre todo por la noche. Lo que me encantó de esta experiencia es obtener una perspectiva única de Tokio desde las alturas. De alguna manera, las bulliciosas actividades de la ciudad desde arriba proporcionan una experiencia tranquilizadora y etérea propia de otro mundo. Si busca una vista única combinada con una experiencia romántica, éste es un lugar que no debe perderse en su viaje a Tokio.

Es sencillamente increíble. Fujiyama y Eejanaika son imprescindibles. Son emocionantes y muy divertidos. Pero lo que más te acelerará el corazón es el terrorífico laberinto, la mejor casa encantada de mi vida. Los tiempos de espera no suelen ser altos, sobre todo por las mañanas, pero a veces pueden llegar a ser de 45 minutos a una hora por la tarde, así que hay que intentar llegar pronto a las atracciones más grandes, y la variedad de comida del parque es estupenda, a diferencia de la mayoría de los parques de atracciones en los que he estado.

No esperaba disfrutar de la actividad, pero me equivoqué. Me quedé un par de horas para disfrutar de las exposiciones y mereció la pena. No obstante, aconsejo reservar con antelación para reducir gastos. La actividad también es buena para viajeros en solitario y no sólo para grupos.

Todos los juegos de luces eran fascinantes y, junto con la música, creaban una experiencia serena. También se podían ver peces bonitos y únicos. Recomendaría esta exposición a quienes visiten Ginza.

Nos lo pasamos muy bien en el Monte Fuji. El tiempo era perfecto para verlo. Erina, nuestra guía turística, era una persona muy simpática y divertida. Disfrutamos mucho el día con ella. Definitivamente la recomendamos.

No había demasiada gente y pude recorrer todas las zonas con facilidad. Fue un día estupendo. La cerveza de mantequilla y el bollo nipfler fue lo más destacado.

Estábamos muy emocionados con nuestra visita, ya que era nuestro último día completo de vacaciones en Japón. Llegamos temprano para poder ver todo el parque, pero sabíamos que iba a llover. Nos trajimos el chubasquero, pero no nos dimos cuenta de que iba a llover todo el día, con algunos descansos y el almuerzo. La multitud era tan grande y las colas tan largas que, debido al tiempo, no podíamos hacer cola durante horas en cada atracción popular. La lluvia era tan intensa que tuvimos que irnos antes de tiempo. Ojalá el tiempo hubiera sido mejor. Bonito parque Disney.