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La experiencia de visitar los campos de Auschwitz y Birkenau fue emocionalmente conmovedora y difícil, y creo que todo el mundo debería visitar estos campos de exterminio para asegurarse de que el Holocausto nunca se olvida. Nuestra visita, programada desde hacía mucho tiempo, no se había confirmado hasta la tarde anterior, y nos dijeron que nos reuniéramos dos horas antes de la hora original, por lo que estábamos muy preocupados por cómo iban a salir las cosas. En realidad, el operador turístico local, ROYAL TOUR, demostró ser impecable. El guía, Peter, y el conductor, Alex, eran puntuales, estaban bien informados y muy bien organizados. Decidieron salir antes de Cracovia para llegar antes de que abriera el museo, lo que permitió que todo fuera sobre ruedas y evitó que tuviéramos que hacer cola. El guía local que nos acompañó estaba excepcionalmente bien preparado: claro, simpático y capaz de transmitir aún más profundamente el calvario que padecieron los deportados. Recomendaría esta experiencia a todo el mundo, pero asegúrese de que el proveedor local ha reservado los billetes con antelación para evitar que se cancele la visita.

Auschwitz es un lugar que hay que visitar absolutamente, con calma, con respeto y con tiempo para reflexionar sobre el horror y conmemorar a los muertos. La visita, debido a lo apretado del horario, fue demasiado apresurada, sin tener tiempo para observar e interiorizar lo que estábamos viendo. Esto se debió a la organización: yo había pedido salir a las 7.30 de la mañana, pero debido a una supuesta "flexibilidad horaria" (que no recuerdo haber aceptado nunca), mi hora de recogida se trasladó el día anterior... ¡a las 10.45 de la mañana! ¡a las 10.45 de la mañana! Para colmo, esa misma mañana a las 7:00 me dijeron que la hora era las 9:45, y que el error lo habían cometido los que se habían comunicado conmigo antes. Todo por una reserva muy clara hecha dos meses antes. Inaceptable. El guía fue extremadamente profesional y atento dadas las circunstancias: poco más podía hacer.

Bien organizado, buena comunicación y el conductor envió un pin para que pudiéramos seguirle, llegó puntualmente y dio buena información. Minibús cómodo. La experiencia en sí fue sombría, el guía que tuvimos era conocedor, excelente, entusiasta y respetuoso. Tenga en cuenta que hay pocas instalaciones, sólo una máquina de café, y no hay tiempo para visitar la pequeña tienda y librería. Nuestra mayor crítica fue que la experiencia que habíamos reservado en un principio se canceló la noche anterior - la primera notificación fue de reembolso. Conseguimos volver a reservar para el día siguiente, pero costaba más del doble y empezaba a las 6.30 de la mañana. Pero Headout dijo que no fue cosa suya, sino que vino directamente de Auschwitz y, al parecer, es muy común.

Disfrutamos de nuestra visita guiada a Auschwitz-Birkenau. La comunicación fue buena y apreciamos la opción de que nos trajeran el almuerzo en el autobús. Nuestra hora cambió a 3 horas antes de lo que habíamos reservado, pero eso está bien, era de esperar siendo invierno. Hicimos cola durante una hora en el exterior, pero una vez dentro nos llevaron rápidamente para comenzar la visita. Me gustó que tuviéramos un grupo pequeño y unos auriculares para escuchar al guía. El guía estaba bien informado y era respetuoso, lo que me gustó. La visita se hizo con prisas porque había mucha gente y no pasamos tanto tiempo en Birkenau como pensaba. El transporte fue bueno y pudimos dejar las maletas en el autobús.

Experiencia en si bonita por lo que realmente se visita PERO, el horario se desplazó unas 3 horas, tuvimos que salir de noche, no visitamos muchas de las cosas incluidas en el billete y el guía duró menos de lo esperado (unas 2 horas menos) nuestro guía para el autobús también fue maleducado y discutió con unas señoras que aunque estaban en lo incorrecto crearon un ambiente final con el guía que no fue muy de recibo con gritos y aspavientos