Estambul para viajeros en solitario

Fue una experiencia maravillosa. Me guiaron gustosamente desde taksim hasta el acuario de Florya en un autobús lanzadera. Después, me quedé maravillada al descubrir el gran acuario, con su magnífico mundo oceánico, lleno de pececillos de distintas especies, cangrejos, tiburones, pingüinos, medusas, etc. El acuario era una auténtica delicia. Además, justo fuera del acuario, había una enorme zona comercial, con muchas tiendas de primeras marcas. Por último, pude probar un Iskender, un plato típico turco con yogur y ternera.

Es uno de los mejores acuarios que he visto, es muy bonito, es la segunda vez que vengo a verlo y cada vez es un gran placer.

Acuario variado, meticulosamente mantenido, una inmersión submarina muy agradable. Los pingüinos y el pabellón de la selva tropical son muy apreciados. No hay que pasar por alto, a pesar de la gran afluencia de visitantes, gracias a la amplitud y a las instalaciones bien distribuidas, la posibilidad de visitarlo sin prisas y sin aglomeraciones