Museos de Florencia

Al llegar a la Torre del Palazzo Vecchio, el personal fue muy amable y las entradas en PDF que tenía en mi teléfono fueron rápidamente reconocidas y escaneadas. Conseguir las entradas con antelación y evitar hacer cola fue muy cómodo. Las entradas llegaron a mi cuenta de correo electrónico unas dos horas después de hacer la compra en línea, con toda la información que necesitaba. La torre era maravillosa y como el número de personas es limitado tuvimos el lugar para nosotros solos. Excelentes vistas y más fácil de subir que al Duomo di Firenze.

No se puede ir a Florencia sin ver a David. El guía turístico organizó nuestra entrada rápidamente, llevándonos desde el punto de encuentro, a un corto paseo de la Accademia, directamente a la entrada. La entrada rápida valió la pena, aunque esta visita no es barata. Hay algunas obras maravillosas aquí, así que tómate tu tiempo para explorar, en lugar de dirigirte directamente a David. Y cuando entras en la galería y lo ves, perfectamente colocado con una luz natural estupenda, te quedas sin aliento. Además, si caminas a su alrededor para captar el efecto completo, admirarás la atención de Miguel Ángel por el detalle, algo que nunca había apreciado del todo en las fotos. Puede ser una visita corta, pero merece la pena.

Lo más impresionante fue que, con todos los turistas que había ese día, pudimos entrar una hora antes de lo que indicaban nuestras entradas. Nos impresionó lo bien que se movía la gente por el museo. Pudimos verlo todo y fue tremendo, tal y como habíamos previsto.

Visitamos la Galería Uffizi a última hora de la tarde, por lo que no estaba muy concurrida. Las obras expuestas son exquisitas, sin duda una de las mejores colecciones del mundo. Hay que advertir a las personas con movilidad reducida que tendrán que solicitar el acceso en ascensor a la planta superior, ya que hay varios tramos de escaleras magníficos para llegar hasta allí. Pero una vez allí, ¡es increíble! Además de las obras de arte, el edificio en sí es impresionante, está muy bien cuidado y las vistas de la ciudad son dignas de ver. Además, la relación calidad-precio es fantástica.

Todo es precioso, ya lo había visitado hace años pero cada vez que vengo es como la primera vez. Nunca me canso de mirar las obras maestras de la galería y también el paisaje exterior. El único consejo que puedo dar es que aumenten la recepción del wifi que funciona bien en la segunda planta pero no en la primera, más que nada porque al tener la audioguía no pudimos usarla en la primera planta. Por lo demás maravillosa experiencia.

Todo en el museo era asombroso, me alegro de no habérnoslo saltado durante nuestro viaje. La sala de mapas geográficos fue mi exposición favorita.

Estatua de David. Te quedas sin aliento al entrar y verla. Surrealista Pasamos por delante y vimos las colas. Miramos en Internet y había un sitio libre para saltarse la cola. Reservamos, fuimos corriendo a la tienda a recoger nuestras entradas y entramos en 15 minutos. Qué suerte. El personal de atención al público era estupendo y no había barreras lingüísticas.