Entradas al Bioparc Valencia

Mi visita al Bioparc y Oceanogràfic de Valencia fue una de las experiencias más hermosas e inolvidables que he vivido. Desde el momento en que entré en el Bioparc, sentí que había entrado en un mundo diferente, un lugar donde la naturaleza y la vida salvaje vivían en armonía, lejos del ruido de la ciudad. El Bioparc está diseñado para que te sientas parte del hábitat natural de los animales. Caminé por paisajes que parecían la sabana africana, exuberantes selvas tropicales y el entorno único de Madagascar. Me asombraron las altas y elegantes jirafas, los impresionantes elefantes, los poderosos leones descansando al sol y las cebras pastando tranquilamente. Mirara donde mirara, había otro hermoso animal que admirar. Me sentí como si estuviera viajando a través de África en tan sólo unas horas. Uno de los momentos que más me conmovió fue ver a los gorilas y los monos moviéndose libremente en un espacio que parecía verdaderamente natural. Todo el parque me hizo darme cuenta de lo importante que es proteger la vida salvaje y respetar el mundo en que vivimos. No fue una simple visita: fue una lección sobre la naturaleza, la responsabilidad y la belleza. Más tarde, continué mi día en el Oceanogràfic, el mayor acuario de Europa. Si el Bioparc me hizo sentir que exploraba la tierra, el Oceanogràfic me hizo sentir que me sumergía en las profundidades del océano. Caminar por túneles de cristal rodeado de tiburones, rayas y cientos de peces de colores era impresionante. Sentía como si el mar estuviera vivo a mi alrededor. Me encantó observar a los pingüinos con su gracioso y adorable caminar, y los delfines fueron absolutamente mágicos. Su energía, sus saltos y su comportamiento juguetón me hacían sonreír sin siquiera pensarlo. También descubrí muchas cosas nuevas sobre la vida marina: lo delicados que son los ecosistemas oceánicos y lo importante que es protegerlos. Al final, mi día en el Bioparc y el Oceanogràfic no fue sólo divertido, fue inspirador. Me fui con el corazón lleno de alegría y asombro. Me sorprendió, asombró y agradeció todo lo que vi. Fue una aventura inolvidable, que me mostró lo bello y extraordinario que puede ser el mundo natural.

Muy bonito y bien editado. Hubiera esperado más espacio para concienciar sobre el problema del plástico en los océanos, la pesca industrial y la conservación de los tiburones. Me hubiera gustado encontrar más ofertas vegetarianas en las zonas de refrigerio.

Me encantó la reconfiguración de las instalaciones como auténtica fauna africana, los espacios de lujo para los animales y el hecho de poder interactuar con los lémures en la experiencia Madagascar. Una experiencia realmente agradable, que merece la pena repetir.

Dos parques realmente magníficos lástima que la distancia entre ambos sea tan grande y no lo supiéramos...en el combo deberían poner un transporte incluido para ir de una a otra atracción....

Experiencia única con nuestra hija de 1½ años. Paseamos por la naturaleza y vimos animales en un entorno limpio y tranquilo. Parque bien organizado.