Tour guiado en Sevilla

Excelente contexto histórico generado por Mercedes Encantadora..!!, resaltamos su proximidad y ternura Muy profesional, muy documentada y gestión de tiempos

Todo fue como la seda y la experiencia fue increíble. Tanto la Catedral como el Real Alcázar son inolvidables. Pero lo que hizo que nuestra experiencia fuera la mejor fue nuestra guía, Rosa. Explicó todo con amor y pasión y se aseguró de que todo el mundo se sintiera cómodo, también se tomó el tiempo para responder a todas nuestras preguntas y dar más detalles y hechos divertidos sobre los monumentos. Gracias Rosa ❤️ ¡Eres lo que deseo cuando se trata de guías turísticos!

La Catedral en sí es impresionante, por supuesto. Por eso estamos aquí. Y, en efecto, la venta de entradas y el acceso a la catedral fueron sencillos, ya que no había cola que saltarse, por lo que "saltarse la cola" no fue una decepción. Dos horas más tarde había una cola ENORME, cuidadosamente vigilada. Sin embargo, mi problema para conseguir entradas se explica en los correos electrónicos. Su aplicación no es fácil e intuitiva de usar. La audioguía era un completo fracaso, ya que requería un "código de validación" para funcionar y en ninguna parte del billete ni de sus comunicaciones, aplicación o correos electrónicos a mí había tal número. Obvio o no. Así pues, no tuvimos más orientación durante nuestra visita que la propaganda fuertemente teológica de la clase dirigente católica.

La cantidad de opulencia es abrumadora. La visité hace 10 años, y sigue asombrando más allá de mi imaginación. La arquitectura y la artesanía actuales no pueden compararse con esto (genio matemático). Trabajadores con herramientas mínimas pero dedicados con gran fe crearon una de las mayores catedrales del mundo.

Fantástico. Fue una gran experiencia en la catedral y el tour con el guía que nos contó la historia de Sevilla. Si te gusta la historia, te recomiendo hacer este tour y admirar este lugar histórico.

La experiencia fue única y asombrosa. La catedral es fascinante desde fuera, pero más aún desde dentro. Cada capilla le da un toque hipnotizador. La visita a la Giralda es un buen esfuerzo físico, por lo que no es adecuada para todo el mundo, pero merece la pena.